¿En qué nos parecemos la extraordinaria Neurobióloga y psiquiatra Louann Brizendine de la Universidad de California y yo? Desgraciadamente, en
mucho menos de lo que me gustaría. Pero es cierto que algo tenemos en común. Louann Brizendine gerencia un Centro Femenino en el que lleva años estudiando cómo nos influyen las hormonas, cuáles son nuestros bruscos cambios de humor y cómo nos afecta la ansiedad. En su libro "El cerebro femenino", explica muchas de las conclusiones a las que ha llegado con sus investigaciones. Y SAMA también es un centro exclusivo para mujeres, y en él abordamos la problemática del estrés, eminentemente femenina, con ejercicio físico, relax mental y diseñando, en cada sesión de coaching, recursos que nos ayuden.
¿En que se parecen un cerebro femenino y uno masculino? En muchas cosas. Pero como defiende y demuestra Louann Brizendine, se diferencian en muchas otras. Es “el ser femenino” de nuestro cerebro el que hace a nuestro género más sensible a los mecanismos del estrés. Y también el que nos hace más preocuponas, más controladoras, más nerviosas, más gritonas, más indecisas que los hombres… y más sensibles, más tiernas, más capaces en la multigestión, más empáticas. En fin, nada mejor ni peor. Sólo DIFERENTE.
El hecho de no entender cómo funcionamos interiormente, nos hace sufrir. Conocer que nuestro funcionamiento químico, hormonal, es la causa de muchos de nuestros comportamientos, nos ayuda por un lado a “desculpabilizarnos”, una característica muy femenina, y por otro a sabernos gestionar mejor. SÍ, NO TIENES LA CULPA. SÍ, LO PUEDES GESTIONAR.
Hay una leona dentro de ti.
En nuestra existencia actual, hemos dado la espalda a nuestro componente biológico, animal. Eso nos hace vivir únicamente en nuestro plano mental, racional.
¿Mujeres o hembras? Las dos cosas. Te invitaría a verlo desde una nueva perspectiva. El concepto de “mujer” tiene un componente cultural que va cubriéndonos con capas que la civilización (y el marketing) han ido creando para nosotras. Capas que, dicho sea de paso, en ocasiones nos hacen flaco favor. El concepto de “hembra”, sin embargo, nos traslada de lleno al mundo animal. Nos iguala con leonas, gorilas y, por qué no, ratas de laboratorio (con las que también trabaja Louann Brizendine). Saber que somos hembras, además de mujeres, es un punto de vista que puede ayudarnos a entendernos mejor, a sentirnos mejor, a gestionarnos mejor; y a matar esa culpa que, queridas mujeres, nos hace tanto daño.
Desde SAMA podemos decirte que un proceso de coaching puede ayudarte a aprender a gestionar a la leona que hay en ti. Y, tomes la decisión que tomes, lo que también te decimos desde SAMA es: libérate de culpas. Y disfruta de la vida, pero YA.